Visita Toulouse dejándote guiar por tus propios pasos; recorre la ciudad por sus callejuelas estrechas y sus animadas plazas, al ritmo que marquen tus deseos; déjate impregnar por su ambiente y siente cómo va cambiando a lo largo del día.
Por la mañana, rumbo a Saint-Etienne
El barrio de Saint-Étienne es un barrio resguardado, retirado del tumulto urbano. Es el barrio de los magníficos palacetes particulares denominados parlamentarios, ocultos tras altos muros y grandes portones pero que, en ocasiones, dejan entrever encantadores patios y hermosas fachadas. El ladrillo es el protagonista absoluto y llena de calidez la atmósfera de este barrio elegante. En la place Sainte-Scarbes podemos observar una de las fuentes más bonitas de Toulouse.
Aquí encontrarás, también, los comercios más distinguidos, por ejemplo en la rue Croix-Baragnon, la rue Bouquières y la rue du Canard. Ropa, artículos de segunda mano y antigüedades, todo rebosa exquisitez y buen gusto. Para disfrutar del barrio como un habitante más, dirígete a Tonsor & Cie, una barbería a la moda de estilo rock y muy chic, que cuenta con un coffee corner regentado por Hayuco, torrefactor artesanal de cafés de excepción.
A mediodía, rumbo al barrio de los Carmes
Atraviesa la gran rue du Languedoc para llegar al barrio de los Carmes, ¡el barrio más apetitoso!
El mercado homónimo se sitúa en el centro del barrio y propone un sinfín de especialidades que harán las delicias de los gourmets. La rue de Filatiers es un hervidero de actividad que atrae a numerosos estudiantes con sus especialidades gastronómicas de todo el mundo: cocina italiana, argentina, libanesa, asiática… En las calles aledañas, encontrarás restaurantes gastronómicos y a la última moda.
Un paseo
A orillas del río Garona
Por la tarde, pasea a lo largo del Garona para admirar las preciosas vistas panorámicas que te ofrece de la Ciudad Rosa. El Pont Neuf, el Hôtel-Dieu Saint-Jacques, la cúpula de La Grave y el puente Saint-Pierre… Al atravesar el río, cambiarás de ambiente, del bullicioso barrio de la Daurade pasarás al de Saint-Cyprien, más íntimo y popular. Atraviesa la pasarela Viguerie, que dará la impresión de caminar sobre el agua, y dirígete al museo de arte moderno y contemporáneo, Les Abattoirs.