El río Garona lo tiene todo: unas vistas excepcionales al Pont Neuf, el Hôtel-Dieu Saint-Jacques y la cúpula de la Grave; extensas zonas naturales como la isla del Ramier y la pradera de los Filtres; y, en verano, cuando llega el buen tiempo, chiringuitos e innumerables actividades insólitas.
El itinerario entre la margen derecha y la izquierda
La pradera de los Filtres
Las obras de ordenación realizadas en el siglo XVIII modificaron la margen izquierda del Garona, una orilla baja y expuesta a las inundaciones. El paseo Dillon, edificado sobre el nivel del Garona, es también un dique que protege el barrio de Saint-Cyprien. Este paseo elevado domina la pradera de los Filtres, una zona sedimentaria progresivamente enarenada, que constituía un filtro natural para las aguas que, en su época, alimentaban un depósito de agua en forma de torre.
Hoy en día, esta pradera es un jardín público que ofrece unas preciosas vistas al muelle de Tounis y el Pont Neuf.
El Pont Neuf
La construcción, a partir de 1544, del puente más antiguo sobre el Garona respondía a una necesidad nacional. La ruta estratégica de París a España pasaba por Toulouse y requería franquear el Garona; así pues, uno de los proyectos de Francisco I era disponer de un puente amplio y seguro sobre río, por lo que dotó a la ciudad de los medios necesarios para edificar esta obra de ingeniería. Sin embargo, las obras resultaron terriblemente caóticas debido a las numerosas y devastadoras crecidas del río.
El puente logró terminarse por fin en 1632. Hoy en día, podemos admirar sus ocho majestuosos arcos —de ladrillo y piedra tallada— y sus pilas horadadas con aliviaderos que permiten limitar la presión del agua y resistir ante los caprichos del río.
Hôtel-Dieu Saint-Jacques
La majestuosa fachada de ladrillos se zambulle directamente en las aguas del Garona, ofreciendo un juego de espejeantes reflejos. Aún se perciben, a los pies de la gran cristalera, los vestigios del puente de la Daurade, destruido por una crecida del Garona. La misión de este hospital era curar y alimentar a los necesitados y a los peregrinos del Camino de Santiago que acudían a rezar a Saint-Sernin.
Hospital Saint-Joseph de la Grave
Edificado a partir del siglo XII, La Grave acogía a los pobres, los huérfanos, las prostitutas o los dementes, pero también a los enfermos de peste, sobre todo, debido a su ubicación extramuros ideal para aislar a los contagiosos.
Podemos identificar muy fácilmente su capilla circular, caracterizada por una cúpula con linterna y cubierta de cobre. La capilla está abierta a la visita del público.
El puerto y los muelles de la Daurade
Este es uno de los lugares preferidos de la juventud de Toulouse, que se reúne en él al atardecer para disfrutar de la tranquilidad del río y de la puesta de sol. Unos inmensos muelles protegen la margen derecha de Toulouse de las crecidas del Garona y ofrecen, hoy, un paseo con una vista panorámica de 360º de los monumentos más hermosos de la ciudad.