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El Canal du Midi

El canal que une Toulouse con el Mediterráneo es un tesoro que se puede recorrer a pie, en bici o en barco, con el rumor relajante del agua por compañía. Las mejores paradas se disfrutan bajo los plataneros, a lo largo de los taludes verdes y exuberantes…

Un canal desde Toulouse hasta Sète

Antaño servía para transportar mercancías, ya que constituía una vía navegable entre Toulouse y Sète, en el Mediterráneo. De esta forma, las mercancías podían transportarse desde la costa Atlántica por el Garona; luego, por el canal Lateral del Garona — más seguro para la navegación— hasta Toulouse; y, por último, por el Canal du Midi hasta la costa mediterránea, pasando por la laguna de Thau.

Pierre-Paul Riquet, el ingeniero del Canal du Midi

En 1666, Luis XIV autorizó las obras del «canal real del Languedoc», planeadas y dirigidas por Pierre-Paul Riquet.
Se trata de una obra maestra de ingeniería provista de todos los mecanismos para llevar el agua de la Montaña Negra y con numerosas esclusas para salvar las diferencias de altitud y garantizar la circulación de los barcos.

Pierre-Paul, que falleció en 1680, no vería concluido el canal, que se abrió a la navegación dos años después de su muerte, en 1682.

Los restos del ingeniero se encuentran hoy en una cripta de la catedral Saint-Etienne.

El Canal du Midi está inscrito en la lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO.

Los Ponts Jumeaux

En realidad, en Toulouse hay tres canales: el Canal du Midi; el canal de Brienne, que une el Garona con el Canal du Midi; y el canal Lateral, que une Toulouse con Castets et Castillon, cerca de Burdeos.

Estos tres canales están unidos por el puerto de la Embouchure (literalmente, la desembocadura) y se pueden atravesar pasando por los Ponts Jumeaux (o puentes gemelos). Este conjunto de puentes está constituido de un puente al norte, para el canal Lateral, y de otros dos puentes idénticos, para el canal de Brienne y el Canal du Midi. El espacio entre los dos últimos está ornado con un inmenso bajorrelieve de mármol de Carrara, obra de François Lucas entre 1773 y 1775.

Es una representación alegórica en la que vemos al Canal du Midi, el Garona, etc., celebrando los Estados del Languedoc, en los que se encargó la excavación del canal de Brienne y que contribuirían, así, a la modernización de la ciudad.